BONSAI PRUNUS MUME

Referencia: BONPRUMUM22020

Bonsái Prunus Mume de flor blanca y 22 años de edad.

Medidas: 23cm de alto x 21cm de ancho de copa y 12cm de Nebari.

217,80  IVA incluído

Sin existencias

– Nombre científico o latino: Prunus mume

– Nombre común o vulgar: Albaricoquero japonés

– Familia: Rosaceae (Rosáceas).

– Origen: Sur de Japón y extendido en China.

El Albaricoquero japonés posee bellas flores blancas o rosas deliciosamente perfumadas. Florece muy tempranamente, antes de que aparezcan las hojas. Follaje ovalado, dentado y caduco.

– Estilos: Bueno para todos los estilos, menos el erecto formal y el de escoba.

– Luz: Evitar las exposiciones prolongadas al sol.

– Temperaturas: Resiste el frío, pero en invierno debe protegerse de las heladas fuertes en invernadero frío, particularmente por sus raíces y ramas finas.

– Riego: Exigente en cuanto a humedad. Regar todos los días en la estación de crecimiento y escaso en invierno. Por falta de riego caen yemas y flores.

– Abonado: Cada 20 días desde primavera a otoño. Nunca debemos abonar un árbol trasplantado, hay que esperar a que brote.

– Poda: La época más adecuada para podar el albaricoquero japonés es después de la floración. Los nuevos brotes se acortarán durante la época de actividad, antes de que se endurezcan. Pinzado de brotes dejando unas 2 hojas en cuanto se hayan desarrollado 3 ó 4 grupos de ellas. Hay que tener en cuenta que la forma de podar puede ser determinante para que florezca o no al año siguiente. Normalmente, hacia finales del otoño se pueden apreciar ya las yemas que serán de flor, tanto en las ramas de dos años o más como en las ramas del último año. No obstante, durante los primeros años de modelado (3 a 5 años) merece la pena olvidarse de la floración con objeto de conseguir una buena ramificación que nos recompensará con una mayor abundancia en el futuro. Podar las ramas no deseadas y retirar las flores que se vayan marchitando.

– Alambrado: la colocación de ramas mediante el alambrado puede realizarse entre la primavera y el otoño, con cuidado de no dañar ni la corteza, muy delicada, ni las ramas debido a su fragilidad, por lo que en ocasiones conviene protegerlas con rafia. Siempre que sea factible es preferible recurrir a otros procedimientos (tirantes, pesos, etc.) para modelar la copa.

– Trasplante: Cada 1 ó 2 años, después de la floración y antes de que abran las yemas de las hojas. Durante el trasplante conviene quitar raíces podridas, eliminar toda la tierra vieja y podar las raíces, especialmente la raíz principal, pero sin cortar demasiadas raíces finas. Usar un substrato a base de 80% de mantillo y 20% de arena de grano grueso o material equivalente (tierra volcánica, etc.). Después del trasplante situar 2 meses en un lugar muy bien iluminado pero evitando las exposición directa al sol.

– Plagas: Araña roja, barrenillos, orugas y cochinilla.

– Enfermedades: Oidio y roya. La Gomosis es un trastorno fisiológicos motivado por muchas causas. Se aprecia salida goma tipo miel por la corteza.

– Multiplicación: El Albaricoquero japonés admite todos los métodos de propagación. Por esquejes de madera dura a finales de invierno. Por esquejes de tallo joven desde principio a finales del otoño. Los esquejes de tallo joven enraízan mejor con calor de fondo (20ºC). Por acodo en verano. Por injerto en invierno o primavera. Por semillas desde mediados de otoño a finales del invierno. Las semillas deben ser separadas de la pulpa, limpiadas y estratificadas en la nevera (cajón de las verduras, a 4ºC) para mejorar el éxito de la germinación.

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