PREBONSAI GRANADO NEKIJAN

Referencia: PRGRNJKN22145

Prebonsai Granado Nejiikan de 22 años de edad.

Medidas: 53cm de alto x 55cm de ancho de copa y Nevari de 20cm.

207,90  IVA incluído

Sin existencias

Nombre común o vulgar: Granado, Magrano, Mangrano, Milgrano

– Familia: Punicaceae (Punicáceas).

– Origen: Asia y de la cuenca mediterránea.

– El Granado es un árbol caducifoliio. Hojas oblongas y brillantes, situadas sobre ramas ligeramente espinosas. Florece en verano con flores de un vivo color escarlata y cáliz coriáceo, aunque también pueden ser blancas, rosadas o incluso amarillentas. Su fruto, es la conocida granada, con una jugosa pulpa roja comestible. La variedad miniatura Punica granatum ‘Nana’ es muy apta y difundida. Posee hojas, flores y frutos parecidos a los del granado común, aunque todo es de tamaño mucho más reducido.

– Estilos: El estilo que mejor se adapta al granado es el Mame, si se trata de una variedad enana (‘Nana’), o el Vertical informal.

– Luz: Para florecer abundantemente situar a pleno sol; así como para que fructifiquen estar a pleno aire, ya que son los insectos los encargados de la polinización. Evitar las exposiciones prolongadas durante la época más calurosa y especialmente después del trasplante, etapa durante la cual deberá situarse en un lugar muy bien iluminado pero sin sol directo para que pueda mantener las raíces con la tierra fresca.

– Temperaturas: Es necesario protegerlo en el interior en caso de que se produzcan fuertes heladas. La variedad ‘Nana’ es más delicada al frío. Es posible cultivarlo en el interior aunque agradece su salida al exterior cuando la temperatura sea agradable.

– Macetas: Se obtienen mejores frutos si las raíces tienen suficiente espacio para crecer sin nada que impida su libre crecimiento. De hecho, los expertos recomiendan cultivarlo un mínimo de 10 años en el jardín o en la huerta antes de cultivarlo en una maceta como bonsái. En tiestos azules o crema realza la intensidad de la floración.

– Substrato: El substrato puede ser la mezcla normal, por ejemplo akadama más volcánica.

– Riego: El Granado, como casi todos los arboles de hoja caduca, en verano precisa de abundante agua, aunque es conveniente dejar secar ligeramente antes de volver a regar. En el periodo de invierno, si la temperatura es baja (6-10ºC), regar muy poco, pero sin dejar secar del todo. En el caso de que se marchite por falta de agua, podemos recuperarlo si actuamos rápidamente y lo regamos por inmersión en un cubo hasta que se empape bien toda la tierra, aunque debemos evitar a toda costa descuidar el riego y llegar a esta situación.

– Abonado: Cada 20 días en el periodo comprendido entre principios de primavera y otoño. En esta última época del año se deberán utilizar productos ricos en fósforo y potasio. En el momento en el que las flores comienzan a engordar hay que comenzar a incrementar el abono poco a poco hasta llegar a la mitad del verano, momento a partir del cual hay que abonar en abundancia para que los frutos puedan desarrollarse correctamente. Sólo si la temperatura es elevada, abonar cada 6 semanas. No abonar un árbol recién trasplantado, hay que esperar a que brote. No abonar durante el periodo de reposo invernal.

– Poda: Realizaremos una poda de mantenimiento a principios de primavera consistente en eliminar el exceso de crecimiento producido durante todo el año. Pinzado de brotes (cortar las puntas) dejando unas 2 ó 3 hojas en cuanto se hayan desarrollado tres o cuatro grupos de hojas, procurando tener en cuenta la dirección de la última hoja, puesto que esta nos marcará la dirección de la próxima brotación. Podar las ramas tras la floración. Al final del verano las yemas están totalmente formadas y en este momento debemos de proceder a una selección, eliminando aquellas que den lugar a ramas no deseadas para la estructura del árbol. Las yemas terminales más gruesas también deben ser eliminadas para equilibrar mejor el crecimiento de la siguiente primavera.

El Granado es un bonsái que puede ser podado durante todo el año, aunque es recomendable hacerlo al inicio de la brotación primaveral. Cortar todos los brotes de la base del tronco. Al comienzo de su formación como bonsái es más importante modelarlo correctamente desde el principio en vez de preocuparnos por las flores y los frutos, aunque podemos tener en cuenta que las flores salen de las puntas de las ramas nuevas y, por tanto, podemos fijarnos en las yemas y tratar de dejar alguna que nos dé flor. Si se dejan muchas granadas en una rama, ésta tiene tendencia a secarse al año siguiente.

– Alambrado: La colocación de ramas mediante el alambrado puede realizarse entre la primavera y el otoño, pero evitando hacerlo durante la floración y con cuidado de no dañar la corteza o romper su frágiles ramas. Es recomendable no regar el día anterior al alambrado. Se recomienda alambrar lo justo, y sólo cuando otras técnicas de modelado no puedan utilizarse o no hayan conseguido los efectos deseados.

– Trasplante: Cada 2 ó 3 años, al comienzo de la primavera y en los ejemplares más viejos puede aumentarse la periodicidad a 3 años. La época idónea para efectuarlo es cuando el árbol haya brotado con un par de hojas. Durante el trasplante conviene sanear bien cualquier parte de raíces podridas. Es necesario cambiar la tierra agotada, realizando un desenredo de las raíces y recortando un tercio de las mismas. Podar las raíces durante el trasplante pero sin cortar demasiadas raíces finas para permitir que pueda recuperarlas durante el invierno. Si el árbol está sano y es joven, una poda drástica de raíces suele estimular el crecimiento de nuevas y, por tanto, el rejuvenecimiento del árbol, pero en el caso del granado es conveniente evitar la poda de raíces gruesas para evitar que se sequen ramas importantes. Si cortamos una raíz gruesa, no veremos ningún efecto inmediato pero al cabo de los años la corteza se irá secando poco a poco hasta que la rama afectada muera totalmente. Entre la poda de ramas y el trasplante (o viceversa) debería existir un intervalo mínimo de tiempo para no acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3 semanas. Es conveniente proteger el árbol después del trasplante durante un par de meses, situándolo en un lugar muy bien iluminado pero evitando las exposición directa al sol.

– Plagas: Pulgón, cochinilla algodonosa, mosca blanca y araña roja. Los granados no aguantan bien los tratamientos con productos químicos por lo que tenemos que tratar de evitar las enfermedades con el cultivo adecuado o intentar eliminar la plaga por métodos menos agresivos (quitarlas con la mano, con un cepillo, con agua a presión, etc.).

– Enfermedades: Roya y oidio. La Clorosis (hojas amarillas) está provocada por la falta de hierro y manganeso, que afecta a la formación de la clorofila y, por tanto, al crecimiento de la planta por imposibilidad de realizar la función clorofílica de forma adecuada.

– Multiplicación del Granado:

– Por semillas: Recoger las semillas del interior de los frutos en cuanto estos maduran, lavarlas y secarlas. La siembra se realiza en primavera tras estratificarlas durante el invierno. Se pueden sembrar en otoño para que se estratifiquen sembradas, a temperaturas bajas. Las semillas hay que dejarlas en remojo durante 24 horas, y después sembrarlas en primavera en una mezcla de turba y arena y cubrir luego con tierra, a una temperatura de (20-30º C.). Deberemos de colocar el semillero al sol para que germinen. El uso de semillas únicamente es efectivo en regiones cálidas.

– Por esquejes: Si lo que queremos es mantener las características idénticas de la planta madre lo haremos entonces mediante esqueje y acodos. El esquejado es puede hacer:

– Esquejes leñosos (tallos adultos) desde el otoño a mediados del invierno.

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