– Nombre científico o latino: Ulmus pumila L.
– Nombre común o vulgar: Olmo de Siberia, Olmo siberiano, Olmo pumila, Olmo del Turquestán.
– Familia: Ulmaceae.
– Origen: Este de Siberia, India, Irán.
Igual que el Olmo chino el olmo siberiano es un árbol relativamente fácil de cuidar que es ideal para iniciados al mundo del bonsái que quieren probar en diseñar un árbol de ciertas dimensiones.
Es una especie que le gusta la humedad con lo cual le daremos riegos abundantes, pero no lo pulverizaremos. No tendremos que preocuparnos por la calidad del agua, incluso con agua
Recomendamos hacer la poda principal junto con el trasplante a finales de invierno o a principios de la primavera, ya que así podremos ajustar la cantidad de hojas a la de raíces para prevenir deshidrataciones.
Podemos cortar sin miedo, ya que brota realmente bien desde el tronco principal, con lo cual podremos volver a sacar ramas nuevas si lo necesitamos. De hecho deberemos ir controlando los chupones que surjan del tronco para que las ramas que queramos fortalecer no pierdan fuelle.
s duras este árbol se puede desarrollar con total normalidad.
Si queremos evitar problemas de cultivo deberemos darle tanto sol como sea posible y solo ponerlo a la sombra en casos en el cual el calor sea extremo.
Aguanta muy bien temperaturas bajo cero, aun así no debemos olvidar que el bonsái se encuentra en una maceta con lo cual las raíces se encuentran más expuestas que plantado en el suelo, esto hace que en bajadas muy grandes de temperatura debamos proteger nuestros bonsáis.
Al ser un árbol que crece tan rápido y lo hace casi constantemente sin aturarse más que en invierno deberemos ir controlando la silueta del árbol, cortando las puntas de las ramas que veamos que se desmarchan más.
Un buen momento para alambrar será en verano, deberemos controlar que el alambre no se clave, ya que el crecimiento de esta especie es muy rápida y se puede tragar el alambre fácilmente. Si esto pasa tendremos opciones de hacer que cicatrice las heridas sin muchos problemas, ya que tiene facilidad para hacerlo.
Trasplantaremos antes de que empiece a brotar, que lo normal sería a finales de invierno. No podremos esperar mucho entre trasplantes, ya que las raíces crecen muy rápido y en seguida se quedaran sin espacio. Podemos hacer podas drásticas de raíces y hacer cambios completos de sustrato sin que esto afecte al árbol.
Al ser un árbol que enraíza extremadamente bien por esquejes y acodos será la opción más rápida y segura. También podemos hacerlo a través de sus semillas aunque será un proceso más largo.
El más común es la mosca blanca, especialmente debemos controlar si el árbol es nuevo, ya que acostumbran a llegar con larvas de mosca blanca directas del vivero. También podemos llegar a padecer pulgón verde, cochinilla lapa y lo que posteriormente provocará el hongo negrillo.