La Pyracantha, también conocida como Espino de fuego, es una de las especies de bonsái más bonitas debido a la intensidad del color rojizo de su fruto y la tonalidad grisácea de su corteza.
Concretamente esta variedad japonesa importada se caracteriza por la ausencia de espinas. También es apreciado por presentar una hoja perenne muy pequeña, así como una ramificación fina y muy densa. La floración se produce de cara a los meses de marzo y abril, ofreciendo una preciosa flor blanca.
Su lento crecimiento y la espectacularidad de su follaje, unido a la intensidad de los colores hacen de esta variedad de Pyracantha un árbol realmente valorado dentro del mundo del bonsái.
SITUACIÓN
Viven muy bien en el exterior a pleno sol y pueden soportar las heladas.
RIEGO
No requiere de gran cantidad de agua en invierno, sin embargo, sí se deben realizar riegos frecuentes cuando se cargan de flor y frutos o en primavera y verano, cuando crecen vigorosamente. Para mantener las raíces en buen estado, es importante no regar en exceso dejando secar ligeramente la tierra entre riegos.
ABONADO
Cuando crecen, en primavera y en verano, se recomienda realizar abonados frecuentes. Sin embargo, tanto en otoño como en invierno, cuando su crecimiento se detiene, es mejor reducirlo.
TRASPLANTE
Cada dos o cinco años, en función de las necesidades de nuestro árbol y en los meses de primavera. Durante el proceso se debe eliminar la tierra vieja y recortar dejando una corona de raíces. Desde Garden Rivas recomendamos mezclar un 70% de sustrato Akadama con un 30% de Kiryuzuna. También se puede añadir carbón de bambú (entre un 2 y un 5% de la mezcla)
PODA Y PINZADO
El mejor momento para podar es a principios de la primavera, antes de que los brotes empiecen a crecer. Para ello, se deben pinzar los brotes que se alargan demasiado.
ALAMBRADO
Se debe realizar tras la poda, de tal manera que será más sencillo ver la estructura del árbol y, por ende, no dañar la brotación.