MAME ROBLE

Referencia: MAMRBLE0097

Estado: Nuevo

Mame Roble.

Medidas: 30cm de alto.

Árbol de área extensa ocupando casi toda Europa, desde el Atlántico hasta los Urales. 16provistas de un pecíolo corto con 5-7 pares de lóbulos de senos irregulares, obtusos en los bordes, de color verde oscuro en la cara superior y verde más claro en la inferior.

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-Nombre científico o latino: Quercus robur

– Nombre común o vulgar: Roble, Roble albar, Carvallo

– Familia: Fagaceae (Fagáceas).

– Origen: Árbol de área extensa ocupando casi toda Europa, desde el Atlántico hasta los Urales. 16provistas de un pecíolo corto con 5-7 pares de lóbulos de senos irregulares, obtusos en los bordes, de color verde oscuro en la cara superior y verde más claro en la inferior. Frutos en aquenio (bellota) protegidos parcialmente por una cúpula semiesférica. El Roble resulta un árbol muy longevo, en ocasiones milenario. Dentro de los robles autóctonos del norte de la Península Ibérica tenemos:

  • Quercus robur (Roble)
  • Quercus pyrenaica (Roble melojo)
  • Quercus petrea (Roble albero)

– Estilos: Crecen bien en los bonsáis verticales informales o en las plantaciones en grupo.
Verticales, troncos múltiples y agrupaciones, pero siempre informales a causa de su tendencia de crecimiento.

– Luz: Mucha luz, soportan bien estar a pleno sol.

– Temperaturas: Toleran las bajas temperaturas; pero debe protegerse en condiciones extremas.

– Substrato: Una mezcla a partes iguales de akadama, arena o lava volcánica y turba es lo más aconsejable. También puede ser un buen substrato la mezcla de 60% de mantillo, 10% de turba y 30% de arena gruesa o material equivalente.

– Riego: Riego abundante pero controlar el mal drenaje y encharcado. La aparición de verdín en la superficie del suelo y el cambio de tonalidad hacia tonos pardos pueden ser consecuencia de una falta de ventilación de las raíces o un exceso de riego.

– Abonado: Una vez al mes en el periodo que va desde principios de primavera a verano y de finales de verano a pleno otoño. Esperar unas semanas tras la brotación y no abonar en las épocas más calurosas.

– Poda: El final del invierno y al trasplantar, son los períodos más adecuados para la poda. La poda de estructura es mejor realizarla antes del inicio del periodo vegetativo, es decir, justo antes de brotar. Al final del invierno empieza ya a verse los brotes. Cuando estos tengan aproximadamente 8 pares de hojas debemos cortar, dejando sólo 2 ó 4 pares de hojas. En un lugar adecuado y pinzando (cortar las puntas) frecuentemente puede llegar a cuatro o cinco brotes en el año. Esto nos permite reducir la hoja considerablemente y además evitar plagas. – Eliminar los brotes no deseados que aparecen en la base del tronco o bien alrededor de las cicatrices de las ramas podadas. Acepta las defoliaciones anuales, algo que puede ser útil teniendo en cuenta el tamaño de sus hojas. Cuando las yemas ya están hinchadas se puede defoliar, si bien todos los años pueden realizarse esta práctica, con un buen pinzado no es preciso defoliar cada año. Conviene así mismo dejar un trozo del peciolo. Debemos sellar siempre las heridas para una mejor cicatrización y evitar plagas y enfermedades convenientes realizar la poda de formación con el árbol en tierra, pues en maceta se ralentiza mucho su crecimiento.

– Alambrado: Si bien resulta factible el alambrado, la silueta del roble suele formarse mediante poda. Por diversos motivos, en primer lugar porque resulta más natural y en segundo lugar porque la rigidez de la madera la convierte en algo más problemática de doblar sin riesgos para la rama una vez esta ha alcanzado un cierto tamaño. Conviene alambrar a finales de invierno/principios de primavera (marzo/abril en el Hemisferio Norte) e ir dándole la forma deseada en el periodo de crecimiento. Debemos utilizar alambres fuertes por la propensión de las ramas de volver a su lugar original.

– Trasplante: Trasplante en primavera, cada 2 años los robles jóvenes, y los viejos cada 3 ó 4 años. La época de trasplante la debemos aprovechar para el trabajo de raíces, formación de raíces radiales y control de su fuerte raíz pivotante. Si bien su sistema radical tiene una fuerte tendencia pivotante es posible cortar las raíces sin demasiados riesgos pudiéndose conseguir unas buenas raíces superficiales. La raíz principal se debe acortar de forma gradual durante los trasplantes, dejando siempre un potente aparato radical. Se debe intentar conservar 1/3 del tamaño de las raíces pivotantes utilizando pasta selladora para los cortes y la mayor cantidad posible de raíces finas. En el primer trasplante no es aconsejable cortar más de 1/3. Las raíces deben ir proporcionadas al tamaño del árbol.

– Plagas: Pulgones, orugas y barrenillos.

– Enfermedades: Oídio (síntomas de polvo blanco harinoso). Es un hongo que aparece en ambientes poco ventilados, húmedos y sombríos. Se debe poner el árbol al sol, no regar en exceso ni pulverizar, eliminar las hojas infectadas y aplicar un fungicida adecuado anti oídio, por ejemplo, azufre. Se puede prevenir el Odio con rociadas preventivas antes de que los árboles broten si se da este patógeno con frecuencia. Otras enfermedades son los Chancros,     Agallas del roble y el Mildiu.

– Multiplicación: Por lo general se propagan por semillas sin necesidad de someterlas a un periodo de estratificación. Las demás especies de Quercus se estratifican a 0- 2ºC por uno a tres meses o se siembran en otoño. En muchas especies las bellotas tienden a perder su viabilidad con rapidez cuando se les almacena en seco a temperatura ambiente. Se les debe guardar en condiciones frescas y húmedas o en recipientes sellados a temperatura de 0 a 2ºC o sembrar frescas.

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