El arce de Montpellier (Acer monspessulanum), también llamado arce, simplemente, es un árbol caducifolio de la antigua familia aceráceas, actualmente englobada en las sapindáceas, que no acostumbra a superar los 12 m de altura. Su copa tiene forma de cúpula ancha, y es densa. Tiene el tronco muy ramificado y la corteza de color gris amarronado. Durante las primeras décadas se mantiene lisa, pero al envejecer se fisura y queda dividida en pequeñas placas (foto 1ª). Sus ramillas se disponen opuestas.
Sus hojas son simples y un poco coriáceas, están en disposición opuesta y tienen un limbo palmado que mide de 2 a 6 cm de ancho y aproximadamente lo mismo de largo. Consta de tres lóbulos ovales dispuestos en ángulo recto y normalmente presenta el margen entero. El anverso es de color verde oscuro y el reverso es de color verde azulado y presenta pelos en la axila de los nervios. El pecíolo es largo, tiene una longitud media de unos 4 cm y, a veces, es rojizo. Al llegar el otoño, el follaje adquiere colores intensos que van del amarillo al granate.
Sus flores son pequeñas, tienen cinco pétalos de un color verde amarillento y están agrupadas en inflorescencias (corimbos) colgantes. Son polinizadas por insectos. El arce de Montpellier es un árbol polígamo que produce flores hermafroditas o bien flores masculinas, distribuidas de forma variable. Algunos individuos tienen todas o casi todas las flores de un mismo tipo. La floración se da de marzo a mayo, al mismo tiempo que la aparición de las hojas.
Los frutos miden unos 3 cm de largo y son disámaras formadas por dos nueces aladas (sámaras) que contienen una semilla cada una. Las alas apuntan hacia abajo y forman un ángulo agudo. Los frutos tiernos, pero ya formados del todo, son de color rojo y, al madurar en otoño, se vuelven marrones. Las alas favorecen la dispersión por el viento de las semillas.
Necesita suelos ricos en nutrientes minerales, tolera bien la sombra y puede soportar inviernos mucho más fríos que los del Bages. Es una de las especies del género Acer que tolera mejor la sequedad. Es más frecuente en las umbrías y hondonadas, también crece bien en lugares no tan húmedos. Es indiferente a la naturaleza química del suelo con respecto al carbonato de calcio, pero es más abundante en las zonas de suelos calizos. A menudo crece entre las rocas.
La madera es de color rosado rojizo, muy dura y de densidad media o alta. Tiene aplicaciones en carpintería, ebanistería, tornería y artesanía. Aunque es una especie muy decorativa -especialmente por la coloración otoñal de sus hojas-, ha sido poco utilizada en jardinería.
PLANTON ARCE MONTPELLIER
Referencia: PLACRMNTPLLR3A
Estado: Nuevo
Planton de Arce Montpellier. Se caracteriza por su copa en forma de cúpula ancha, y densa. con el tronco muy ramificado y la corteza de color gris amarronado. Otoñan con colores intensos que van del amarillo al granate.
16,50 € IVA incluído
Disponibilidad: 4 disponibles