– Nombre científico o latino: Juniperus spp.
– Nombre común o vulgar: Enebro, Junípero
– Familia:
– Cupressaceae (Cupresáceas).
– El género Juniperus comprende un gran número de especies y variedades.
– Para bonsái, las más aprecidas en Oriente son:
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- Juniperus rigida (tiene ficha aparte)
- Juniperus chinensis var. sargentii (tiene ficha aparte)
– De las especies autóctonas europeas de Juniperus, destacan:
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- Juniperus comunis subsp. alpina
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- Juniperus phoenica
- Juniperus thurifera
– Las características y cultivo general de los juníperos se describe a continuación.
– Los enebros son coníferas con cortezas vistosas para bonsái.
– Troncos sinuosos en los que la presencia de maderas muertas no es nada infrecuente, pudiendo quedar en muchas ocasiones poco más que una veta viva alimentando a todo el follaje.
– Crecimiento lento.
– Estilos:
– Azotado por el viento, semicascada, Raíces expuestas o en rocas, Tronco múltiple.
– Luz:
– Colocar a semisombra en verano, pero el resto del año a pleno sol.
– Más sombra en verano mejor será el color, aunque más lento su crecimiento.
– Temperaturas:
– Proteger de fuertes heladas invernales. En invierno debemos tenerlo al exterior o en un invernadero frío.
– Humedad:
– Conviene mantener un cierto grado de humedad ambiental, pulverizando si es necesario durante las épocas más calurosas para prevenir el ataque de la araña roja.
– Substrato:
– El Junípero necesita muy buen drenaje. El substrato podría estar compuesto por una mezcla al 50% de arena de río y 50% de akadama.
– Riego:
– Regar abundante en verano y moderadamente en invierno. Evitar el exceso de humedad.
– Abonado:
– Abonar en los periodos activos; desde primavera hasta otoño, haciendo una pausa en los meses de más calor del verano.
– Poda:
– La poda se puede realizar desde otoño a finales del invierno.
– Se debe pinzar (cortar las puntas) los brotes en crecimiento constante a lo largo del periodo de crecimiento, y se realiza con los dedos pellizcando y arrancando las puntas que sobresalen del perfil.
– Es necesaria una constante labor de despuntado, en ocasiones casi diaria, de los brotes nuevos durante toda la estación de crecimiento. No usar tijeras en esta operación, sino los dedos.
– Si bien no son árboles especialmente complicados de cultivar, su mantenimiento si es laborioso para evitar que la planta pierda la forma.
– Alambrado:
– El tronco y las ramas son muy flexibles.
– La mejor época para el alambrado es el otoño o invierno y, en general, no debe ser mantenido más de 6 meses para evitar que el alambre penetre en la corteza del árbol.
– Puede hacerse necesario repetir el alambrado una y otra vez a lo largo de varios años para que la planta mantenga definitivamente la forma deseada.
– Trasplante:
– En general, los ejemplares jóvenes de junípero deben ser trasplantados con más frecuencia (cada 2 años), mientras que los ejemplares viejos pueden aguantar incluso 4 ó 5 años.
– Plagas:
– Cochinillas, araña roja y algún pulgón.
– Enfermedades:
– Roya y “desecamiento de coníferas” producido por un hongo.
– Los síntomas son el secado de las agujas empezando por el extremo. Inicialmente puede afectar únicamente a una rama, pero a menos que se aplique el tratamiento adecuado se extenderá con rapidez para acabar matando la planta con total seguridad.
– Multiplicación del Enebro (Juniperus spp.).
– Los Juníperos generalmente se propagan por estacas, pero, en algunos casos, los tipos difíciles de enraizar se injertan sobre plantas obtenidas de semilla.
– Las formas postradas de crecimiento bajo se acodan con facilidad.
– Semillas.
– Las plántulas del Juniperus virginiana o Juniperus chinensis, se usan, de ordinario, como patrones para injertar en ellos clones ornamentales.
– Las semillas se deben recolectar en el otoño tan pronto como los conos de apariencia de baya empiezan a madurar.
– Para una mejor germinación, las semillas se deben remover de los frutos y luego tratarse durante 30 minutos con ácido sulfúrico concentrado antes de ponerlas en estratificación, la cual debe durar aproximadamente 4 meses a 4ºC.
– Como sustituto para el tratamiento con ácido se pueden usar 2 a 3 meses de estratificación cálida (21 a 30ºC), o plantar en el verano.
– Como alternativa para la estratificación fría, se puede sembrar en el otoño.
– La germinación es retardada a temperaturas superiores a 15ºC.
– La viabilidad de las semillas varía considerablemente de año a año y entre los diferentes lotes, pero parece que nunca es mayor que un 50%.
– La siembra de semilla tratada se hace generalmente en la primavera, ya sea en camas a la intemperie o en cajas en el invernadero.
– Se requieren de 2 a 3 años para producir plántulas de tamaño apropiado para ser injertadas.
– Estacas.
– Las formas postradas y extendidas de Junípero se enraízan con más facilidad que las formas erectas.
– Las estacas se hacen a veces de unos 5 a 15 cm de largo, de puntas laterales nuevas arrancadas de ramas mas viejas.
– Les queda así un pequeño talón de madera vieja en su base.
– Algunos propagadores piensan que esto es ventajoso.
– En otros casos se tienen muy buenos resultados cuando las estacas se cortan sin el talón de la madera vieja.
– Las ramas terminales del crecimiento nuevo han enraizado bien en algunas ocasiones.
– Las estacas de junípero para enraizar en invernadero es mejor tomarlas durante el invierno.
– Parece que tomando las estacas después que las plantas madres se han expuesto a temperaturas inferiores a 0ºC se obtiene mejor enraizado.
– Para propagación en cama iría a la intemperie, las estacas se tornan generalmente en agosto o a principios de septiembre.
– Es útil lesionar ligeramente la base de las estacas y también es benéfico el uso de sustancias promotoras del enraizado, especialmente el ácido indolbutírico (hormonas de enraíce).
– La arena medianamente gruesa o una mezcla 1:1 de perlita y turba esterilizado son un medio de enraíce satisfactorio para las estacas de Junípero.
– Una temperatura de invernadero de alrededor de 15ºC es mejor durante ¡as primeras 4 a 6 semanas.
– Es conveniente mantener un ambiente húmedo sin mojar las estacas con exceso, así como luz de intensidad relativamente alta.
– Se puede usar la niebla ligera e intermitente.
– El calor en el fondo de unos 27ºC también ayuda al enraizado.
– Injerto.
– En el otoño se sacan del semillero plántulas vigorosas, con tronco recto, se plantan en macetas pequeñas con turba y se les coloca en un invernadero seco y fresco.
– También se pueden usar plántulas plantadas en macetas con anterioridad, en la primavera.
– Después de cerca de 30 días se calienta el invernadero y las plantas se mantienen bien regadas.
– Este estimula la actividad del crecimiento en forma que 1 a 2 semanas después las plantas vuelven a tomar su actividad radical y están en condición apropiada para injertarse.
– Las púas deben escogerse del crecimiento de la estación, tomándolas de plantas sanas y vigorosas, de preferencia que sean de, mismo diámetro que el patrón a injertar.
– El material de púas se puede almacenar a temperaturas de 1 a 4ºC, por varias semanas si se conservan en una atmósfera saturada de humedad.
– El injerto de enchapado de costado o el injerto de costado son los métodos que se usan de ordinario.
– Resulta mejor atar los injertos con bandas de caucho para injertar.
– Las plantas injertadas se ponen a suficiente profundidad en un banco del invernadero que se llena con turba para conservar cubierta la unión del injerto.
– La temperatura alrededor de la unión del injerto se deberá mantener tan constante, alrededor de 24ºC, como sea posible, con una humedad relativa de 85% o más alrededor de las partes altas de las plantas.
– Se debe usar un invernadero ligeramente sombreado para evitar que se quemen las injertos.
– En 2 a 8 semanas se efectúa una cicatrización adecuada, después de la cual se pueden bajar la temperatura y humedad.
– Luego se corta la planta patrón arriba de la unión del injerto, permitiendo así el desarrollo de la púa