– Nombre científico o latino: Liquidambar styraciflua L.
– Nombre común o vulgar: Liquidambar, Árbol del ámbar, Estoraque, Ocozol, Arbol del estoraque.
– Familia: Hamamelidaceae.
– Origen: Sur de EE.UU., México y Guatemala.
– Etimología: Liquidambar styraciflua. Su nombre significa “ámbar líquido”, debido a la resina aromática que se obtiene de su corteza. Styraciflua significa “rico en sustancias gomosas”. Pertenece a la familia de las Hamamelidáceas.
– Uno de los árboles más decorativos.
– Hermoso árbol caducifolio con hojas en forma de arce que ofrecen una de las más vistosas tonalidades otoñales de color.
– Altura: 10-40 m. Diámetro 10 m. De hoja caduca.
– Porte: piramidal o cónico. De forma estrecha y cónica en los primeros años, se ensancha cuando envejece.
– Su tronco es muy característico, por las profundas hendiduras corchosas de la corteza.
– Sus hojas adquieren en otoño los colores amarillo, rojo y burdeo, siempre que reciban abundante sol, siendo más dramáticos los colores cuando los otoños son luminosos y fríos y sin lluvias tempranas que boten las hojas.
– Para que el liquidámbar despliegue su colorido otoñal, es preciso que también baje la temperatura diurna y suelos preferentemente no calizos.
– Floración: primavera. Discreta, sin importancia ornamental.
– Inflorescencias masculinas reunidas en racimos terminales.
– Inlorescencias femeninas gobosas largamente pedunculadas. Flores femeninas o hermafroditas, perianto simple, gineceo bicarperlar semiínfero, estilos alargados.
– Frutos capsulares que se abren por 2 valvas y reunidos en grupos globosos. Semillas numerosas, comprimidas, con ala membranosa en un extremo.
– Frutos de 4 centímetros de diámetro, esferas espinosas marrones del tamaño de la pelota de golf que culegan después de la caída de las hojas.
– Lento en su crecimiento en los comienzos, bastante rápido a partir del tercer o cuarto año de instalado. Luego se estanca en cuanto alcanza la madurez.
– Liquidambar styraciflua ‘Gumball’
– Liquidambar styraciflua ‘Rotondifolia’
– Liquidambar styraciflua ‘Variegata’
– Liquidambar styraciflua ‘Aurea’
– Liquidambar styraciflua ‘Aurea’
– Liquidambar styraciflua ‘Burgundy’
– Liquidambar styraciflua ‘Burgundy’
– Liquidambar styraciflua ‘Festival’
– Liquidambar styraciflua ‘Moonbeam’
– Liquidambar styraciflua ‘Worplesdon’
– Podemos encontrar en los viveros además de la especie comentada, el Liquidambar formosana, de porte similar a L. Styraciflua, pero sus ramas no poseen corteza suberificada (con corcho). Sus brotes jóvenes pubescentes con hojas color rojizo al madurar pasan a un color verde oscuro, en otoño toman una coloración castaño rojizo antes de caer.
– La madera de este imponente árbol se usa para hacer revestimientos, muebles, molduras, y a partir de su pulpa se elabora papel fino.
– También presentan las hojas un aroma balsámico. De su corteza se obtiene el “estoraque”, especie de resina utilizada en medicina y en industrias.
– Es buen árbol para plantar dentro de las áreas de césped y también sirve como árbol de calle cuando no es necesario hacer podas para paso de cables que impliquen dañar su arquitectura.
– Cuidado con no pincharse en los frutos espinosos cuando se caen.
– Es un buen ejemplar para alineaciones de calle y adorna con frecuencia muchos parques. Es una buena elección para cualquier jardín de dimensiones medias o grandes.
– Su rápido crecimiento y su gran tolerancia lo convierten en un árbol idóneo para proporcionar sombra y frenar la acción del viento.
– Tiene las raices delicadas y no conviene plantarlo hasta que éstas estén bien desarrolladas.
– Por lo general no tolera bien la sequedad del clima y del suelo, así como los suelos poco profundos y espacios limitados. Por ello no es especie buena para calles, donde los sistemas radiculares suelen poseer poco espacio para desarrollarse, ni pequeños jardines.
– Es resistente a los fuertes fríos.
– Necesita de humedad en el suelo, prosperando muy bien en lugares donde el agua se encuentra a poca profundidad.
– Prefiere los terrenos ácidos a los calcáreos, en los que dará mejores coloraciones otoñales.
– Es muy exigente en materia orgánica y humedad. Precisa riegos frecuentes.
– En suelos con pH alto (alcalinos), suelen presentarse problemas de clorosis férrica.
– Lo mejor son sitios húmedos, bien drenados aunque tolera bien suelos más secos.
– No necesita poda regular. Si se poda puede perder su hermosa forma piramidal con ramas creciendo desde la base del tronco.
– La madera muerta se puede retirar a principios de otoño y el resto durante la temporada de reposo vegetativo. En zonas frías no conviene aplicar podas severas.
– Enfermedades: no suele tener parásitos o enfermedad algunas salvo los chupadores de la savia detectables por las línea que deja en el tronco.
– Puede sufrir ataques de arañitas, las que causan quemaduras en la punta de las hojas.
– Para transplantarlo es mejor la época de reposo vegetativo.
– Multiplicación: Mediante la siembra de semillas en otoño, por esquejes en el verano o por acodo en primavera.
– Se multiplica por semillas, las cuáles deben recogerse en cuanto maduran los frutos, ya que son dehiscentes y abren enseguida. La semilla tiene letargo interno, por lo que es conveniente someterla a algún tratamiento antes de la siembra.
– La propagación se hace generalmente por semillas que se recolectan en el otoño en cuanto maduran los frutos, ya que son dehiscentes y abren enseguida. Para superar el letargo interno se recomienda de 1 a 3 meses de estratificación a temperatura alrededor a 4ºC.
– Clones selectos se injertan sobre plantas de Liquidambar styraciflua obtenidas de semillas.
– En primavera se pueden acodar las ramas y luego de dos años se separan los acodos de la planta madre.