– Nombre científico o latino: Fagus sylvatica L.
– Nombre común o vulgar: Haya.
– Familia: Fagaceae.
– Origen: Centro y oeste de Europa.
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– Árbol que puede alcanzar 40m de alto, con tronco, en solitario, o columnar si esta en agrupaciones.
– Arbol de hoja caduca, tronco liso y recto.
– Las hojas son ovaladas, con el borde ondulado, algo dentado, con vello cuando son jóvenes, incluso en los nervios. Son alternas, dispuestas en dos hileras y pueden tener entre 5-10 cm de largo.
– Tiene flores masculinas y femeninas. Las masculinas cuelgan de un pedúnculo fláccidamente, con 5-15 estambres cada flor. Las flores femeninas aparecen de dos en dos, y con pedúnculos cortos y erectos.
– Los frutos, llamados hayucos, se asemejan a pequeñas castañas de corte triangular. Antes de la caída otoñal, las hayas se tiñen de llamativos tonos ocres.
– El crecimiento del haya es muy lento, pero es un árbol que vive muchos años. Puede llegar hasta los 300 años.
– Existen diversas variedades de hoja roja o purpúrea, todas de alto valor decorativo, que reciben distintas denominaciones, atendiendo también a la tonalidad más o menos clara de esa coloración.
– Existen una serie de variedades y cultivares hortícolas: ‘Albovariegata’, ‘Asplenifolia’, ‘Atropunicea’, ‘Atropurpurea’, ‘Fastigiata’, ‘Pendula’, ‘Purpurea’, ‘Pyramidalis’, ‘Variegata’.
– Planta forestal de primera importancia, típica de zonas montañosas.
– Los hayucos son comestibles, de ellos se extraía un aceite de cocina en el norte de Europa. Algunos creen que su corteza tiene propiedades astringentes y febrífugas.
– La creosota sacada de la brea de la madera de haya se utilizó de antiséptico o desinfectante y para combatir la tuberculosis.
– Madera homogénea facil de trabajar utilizada para papel, tableros, carpintería y mobiliario, tarimas, artesonados, revestimientos, mangos, cepillos, instrumentos musicales, traviesas de ferrocarril, apuntalamientos, remos, palas, carros, instrumentos agrícolas. Buen combustible, estimada para la obtención de carbón.
– Precisa una humedad atmosférica elevada por lo que presenta una clara vocación por los lugares de umbría con orientación norte. En zonas de umbria, entre 400 y 1.900 metros de altitud.
– Clima fresco y humedo pero soporta bien el frio, no las heladas.
– El haya se dará mejor en regiones donde los veranos no son excesivamente calurosos y se resiente un poco en los climas muy cálidos.
– Tolera la mayor parte de los suelos, desde los más ácidos hasta los calcáreos. Lo importante es que esté bien drenado y que reciba agua regularmente.
– Los árboles de muchos años incluso pueden soportar sin problemas grandes períodos de sequía. Cuando las temperaturas del verano alcanzan sus cotas más altas habrá que regarlos abundantemente.
– Para acelera crecimiento es conveniente su fertilización con nitrógeno (urea incorporada al suelo, salitre, etc.).
– Las hayas deben podarse durante la época de crecimiento y se debe tener un especial cuidado con las hayas que se crían como especies ornamentales, a las que sólo hay que dejar un tallo guía.
– Su resistencia a la poda ha hecho que sea utilizado frecuentemente para componer setos y pantallas vegetales formales, lo que es muy habitual en países del centro y norte de Europa.
– Desarrolla raices superficiales por lo que no es fácil que crezca el césped bajo ellos, además producen un componente tóxico para otras plantas.
– Las semillas germinan fácilmente en primavera si se han plantado en otoño o se han estratificado a alrededor de 4ºC durante unos 3 meses. Las semillas no se deben dejar secar.
– Los clones seleccionados se injertan por el método inglés, de hendidura o de enchapado de costado sobre plantas de Fagus sylvatica obtenida de semilla.
– Es muy difícil conseguir sacar adelante un haya a partir de un esqueje.