Las principales especies de manzano cultivadas como bonsái proceden de Europa, Asia y América del Norte.
Son árboles de hoja caduca y de crecimiento muy rápido. Los bonsáis de manzano son muy apreciados por su abundante floración en primavera y más tarde, en otoño, por el color rojizo de los pequeños frutos.
El Malus micromalus tiene flores blancas y ligeramente rosadas y hojas de color verde brillante. Es una de las variedades de manzanas enanas con el tamaño de fruto más pequeño -no suele superar los 0,5 cm de diámetro-; esto hace que sea una especie ideal para el cultivo como bonsái de tamaño pequeño y mediano.
En cuanto a sus necesidades lumínicas, podemos aseverar que es medianamente exigente, puede situarse en un lugar con semisombra o con exposición directa al sol indistintamente.
Requiere humedad, pero no soporta los encharcamientos. Recibe muy bien el clima frío y las heladas.
Es muy importante que pasen el invierno en lugares fríos, para que entren en letargo y broten vigorosamente en primavera. Para promover una buena floración y fructificación, realice un buen abonado en otoño e inicios de primavera.